Kevin: Hablame de Futurama.
Matt Groening: Es la historia de un repartidor de pizzas
llamado Fry que, en la Nochebuena del año 1999, se congela en un
laboratorio criogénico y se despierta mil años después. Los temas:
¿Tienes la posibilidad de reinventarte si eres un perdedor? ¿Cómo
puedes manejar el deseo de ser joven, de que vuelvan tus seres queridos
que han muerto, y qué significa ser finito en el universo? ¿Es esto
muy pretencioso, o qué?
Kevin:
¿Por qué 1.000 años, en vez de 100 o 500?
M.G.: Nos hemos querido adelantar a cualquiera. Nuestro futuro
es posterior al vuestro. También nos da la oportunidad de justificar
cualquier aparato que queramos inventar.
Kevin:
¿Como qué?
M.G.: Viajar más rápido que la luz, lo que hemos denominado
la "conducción conveniente".
Kevin:
¿ Cómo te decidiste a hacer ciencia-ficción?
M.G.: De pequeño vi la versión de 1956 de la película 1984
en TV. Me quedaba viendo esta horrible anti-utopía del Gran Hermano,
esperando que la patrulla del espacio viniera a salvar el mundo.
¡Pero la patrulla nunca vino! Entonces me di cuenta, aunque fuera
terrible, de que había grandes posibilidades de pasarlo bien con
la ciencia-ficción.
Kevin:
Parece que ahora el género se respeta más. Por alguna razón se ha
convertido en una especie de religión.
M.G.: En general la ciencia-ficción funciona bajo un motivo
militar. Si acatamos las órdenes de nuestro benevolente capitán,
entonces podremos vencer al demonio exterior y todo será estupendo.
¿No? Yo estoy intentando hacer algo que sea un poquito diferente
de Star Wars y de Star Treck. Me imagino un mundo corporativo, comercial
y caótico donde los militares sean tan estúpidos como lo son hoy.
Kevin:
¿Los buenos son parte de una compañía?
M.G.: Nuestro gran villano terrestre es Mom, que dirige la
Mom-Corp. Es una viejecita descarada que parece adorable, y todo
el mundo la ama. Se ha hecho muy rica fabricando el Aceite Tradicional
para Robots de Mom.
Kevin:
Suena al malo del género.
M.G.: Tradicionalmente, la ciencia-ficción persigue un sentido
de lo maravilloso, con aliens exóticos, ingeniosas naves y villanos
cobardes. También tenemos de eso: rayos mortales, mutantes horribles,
ciborgs y monstruos con ojos de insecto. Y tenemos robots que quieren
matar a los humanos. Pero también utilizamos todos estos tópicos
para hablar del absurdo de la vida real y de la ciencia-ficción,
sin ser fanfarrones. La idea es hacer una historia épica que al
mismo tiempo honre y satirice las convenciones de la ciencia-ficción.
Kevin:
Uno de los personajes principales, Bender, parece el típico recurrente,
el robot neurótico.
M.G.: Es más que neurótico. Es corrupto. Se fortalece con
todo lo que hace daño a los humanos. De hecho, consigue energía
cuando fuma cigarrillos y bebe cerveza. Bender también nos ayuda
a saltarnos los problemas con la censura. No puede ser un mal modelo
para los niños porque es un robot.
Kevin:
¿ Cómo será el futuro?
M.G.: El futuro siempre se nos presenta monolítico, la gente
toda vestida igual. Yo pienso que habrá más variedad de la que hay
ahora. En el futuro todo se está construyendo. Hay un montón de
cables sueltos colgando de las paredes.
Kevin:
¿Qué sucede con
Los Simpsons?
M.G.: Los Simpsons estarán todavía en el aire en el año 3000.
Muchos de nuestros famosos preferidos estarán allí, sólo que como
cabezas sin cuerpo metidas en frascos. En el primer episodio, nuestro
héroe Fry se esconde en un museo de cabezas donde se encuentra con
la cabeza de Leonard Nimoy en un frasco. Fry junta las manos y le
dice: "¡Hey, Spock, hazlo!", y la cabeza responde: "Ya
no hago esas cosas".
Kevin:
¿ Tienes alguna influencia literaria?
M.G.: Crecí leyendo montones de revistas y libros de ciencia-ficción,
desde lsaac Asimov a Philip K. Dick. Hace poco decidí releerlos,
y aunque me gustaron mucho, su tiempo ha pasado. Es decir, muchas
de sus historias sucedían en 1994.
Kevin:¿
Estaban muy alejados de lo que realmente pasó?
M.G.: Todos han resultado estar lejos. Ninguno predijo lo
mundano. La idea de que iríamos a tiendas a escoger películas para
verlas en una caja vacía que está en una estantería la tuvo alguien
que no fue un escritor de ciencia-ficción.
Kevin:
Cierto, muchos visionarios predijeron algo como la TV, pero ninguno
llegó a ver los anuncios de desodorante.
M.G.: ¡Exacto! En Futurama los personajes están totalmente
inmersos en la publicidad, en especial en la subliminal, que sale
de tu almohada para meterse en tus sueños. Tenemos montones de máquinas
expendedoras, incluso una cabina de suicidio. Esto molestó a la
Fox. "Dijiste que iba a ser algo positivo, no entendemos por
qué hay gente que se suicida."
Kevin:
¿Dominará aún Microsoft en el 3000?
M.G.: No, estará fuera del mercado. Todos estarán fuera.
Intel desaparecido. Pepsi desaparecida. A propósito, si algún sponsor
nos paga lo suficiente, podrá estar por allí todavía.
Kevin:
¿ Habrá colegio en el año 3000?
M.G.: Sí, pero también habrá "equipos supersónicos".
Kevin:
¿ Internet?
M.G.: Sí, y todavía será muy lenta.
Kevin:
¿Es un sitio en el que te gustaría vivir?
M.G.: Bueno, todos esos artefactos parecen estupendos, pero
no funcionan muy bien. Por alguna razón van a trabajar por un tubo
de plástico transparente por el que literalmente se lanzan. Al final
del tubo son expulsados y chocan contra una pared. No sé por qué
la gente los sigue utilizando.
Kevin:
¿ . El mundo se está volviendo mejor o peor?
M.G.: Cuando leí por primera vez 1984 lo encontré bastante
de pesadilla. Lo releí el año pasado y me di cuenta de lo suave
que es en realidad. La realidad se ha vuelto bastante peor.
Kevin:
La cultura pop,
¿ está desarrollándose o declinando?
M.G.: La capacidad de atención de la gente es mucho menor.
El hecho de tener tantas posibilidades de elección al instante -el
mismo mando a distancia de la televisión- convierte el inmenso mensaje
de los medios en un simple "nada importa". No importa
lo que sea, va a ser sustituido por otra cosa dentro de 30 segundos.
Por otra parte, creo que el juego Crash Bandicoot de la PlayStation
es fantástico. Tiene el espíritu de los dibujos animados antiguos.
Kevin:
¿Estás de acuerdo con esos críticos que hablan de la decadencia
de la escritura?
M.G.: Sí, pero ¿y qué? Es una batalla que tenemos perdida.
Kevin:
No estoy de acuerdo. Internet, el e-mail y la Web han hecho revivir
la escritura: hay más gente escribiendo de la que había hace lO
o 15 años.
MG.: Tienes razón. Mi cabeza es anterior a Internet.
Kevin:
¿ Ves mucha televisión?
M.G.: La mayor parte de lo que hay en TV es bastante estúpido.
Cuando crecía pensaba que si pudiera meter mis manos en una serie
de TV haría algo ágil y divertido. Los Simpsons fue mi primer experimento
y ha funcionado. Pone muy nerviosos a muchos críticos porque decimos
que las autoridades no tienen en mente lo que le importa a la gente.
Kevin:
Hablas como un auténtico hippy de los sesenta.
M.G.: Sí, lo admito, soy un hippy.
Kevin:
¿ Empezaste haciendo comics para revistas hippys?
M.G. : Todavía los hago. ¡He estado haciendo La vida en el
Infierno cada semana en periódicos alternativos durante 15 años!
Kevin:
Has triunfado con Los Simpsons. ¿ Por qué continuar?
M.G.: Llegar a una enorme cantidad de gente no es mi prioridad.
Mi meta siempre ha sido que a la gente que le gusta lo que hago
le guste de verdad. Además, con el cómic soy solamente yo, no como
en la serie. Dibujo yo solo y después sale y lo pueden publicar
o no, y casi siempre lo hacen.
Kevin:
¿ Estás listo para los fans de Futurama?
M.G.: Totalmente. Hemos creado un personaje que anticipará
las quejas de los fans sobre las inconsistencias del programa, y
las incluiremos en él. Una de las cosas más divertidas de hacer
ciencia-ficción es esta cultura respondona.
Kevin:
Como alguien que cuenta en la cultura, ¿ qué piensas del uso que
otra gente pueda hacer de tus creaciones?
M.G.: No tengo ningún problema con eso. Forma parte del hecho
de ser famoso y estar en la cultura. Me encanta que haya pintadas
de Bart en el escaparte de una pastelería de L.A. Me encanta Bart
Marley con su pelo rasta. Desafortunadamente, en el mundo en el
que vivimos un artista tiene que defender su copyright, si no, puede
perderlo. No me importa que haya chicos que se apropien de mi material
para ponerlo en su web, o que los chicos de una fraternidad se hagan
una camiseta de Bart. Pero cuando hay gente que está ganando millones
de dólares por timarte, entonces hay que perseguirles legalmente.
A mí me han acusado de ser un chico malo porque la Fox ha perseguido
a alguna gente. Todo lo que puedo decir es que el Copyright de Los
Simpsons no es mío, es de la Fox.
Kevin:
¿Pero en principio estás de acuerdo en que hay que parar las falsificaciones
profesionales?
M.G.: Este es un tema confuso. La causa vegetariana, por
la que siento cierta simpatía, se ha apropiado de Bart, y también
lo han hecho grupos neo-nazis, por los que no siento ninguna simpatía.
Me gusta que mucha gente sienta que Bart habla para ellos, no me
gusta nada el tema de los neo-nazis.
Kevin:
¿Piensas que Internet empeora la situación?
M.G.: Hay un ensayo en la Red, que me atribuyen, sobre las
diferencias entre hombres y mujeres. Es gracioso, pero el humor
es sexista y creo que cualquiera que me conozca sabe que yo no lo
he escrito. Pero no todo el mundo me conoce. Una vez hice una tipografía
para Los Simpsons a mano. Alguien hizo una copia y ahora veo mi
letra en camisetas, carpetas de discos... Nunca hubiera pensado
cuando la hice en 1987 que diez años después, conduciendo por la
calle, iba a ver una mala versión de mi propia letra usada para
anunciar una emisora de radio mejicana.
Kevin:
Tiene que ser muy agradable crear esa respuesta.
M.G.: Totalmente. Hay guiones de fans de Los Simpsons semanalmente
en la Red. yo no los puedo leer, luego me acusarán de haber robado
la idea a alguien. Pero me encanta.
Kevin:
¿ Quiénes son tus héroes?
M.G.: Cuando era un adolescente era un gran admirador de
Frank Zappa, que no permitió que ningún elemento de la cultura musical
fuera más allá de él. Conectó el doo-wop de los cincuenta e Igor
Stravinsky. Como me gusta Stravinsky y el rock grasiento, aquello
me gustó. Luego me hice un gran admirador de Walt Disney, P.T. Barnum
y Hugh Hefner. Me gustaba Barnum por la idea de tener un museo de
rarezas. Y Disney había creado Disneylandia.
Kevin:
¿ Estabas impresionado
no por su genio como animador sino por su parque temático?
M.G.: Sí, y era Disneylandia en particular. Mi mayor ambición
no realizada -hacer mi propio parque temático- es la verdadera razón
por la que hago Futurama. No bromeo. Si
esta serie tiene éxito voy a hacer un parque temático.
Kevin:
¿Qué hay bueno en la TV actualmente?
M.G.: Me fascina Iron Chef, un programa japonés de cocina.
Me gusta la humillación que sufre el cocinero. Los jueces apenas
prueban la sopa o lo que el cocinero haya preparado, y después dan
sus nada compasivos veredictos.
Kevin:
¿Has visto alguna buena película?
M.G.: He visto el trailer de Star Wars. Me sorprendió lo
emocionado que estaba. Mi calculador cerebro comercial dice que
va a ser la película más taquillera de todos los tiempos.
Kevin:
¿Navegas por Internet?
M.G.: Un poco. Paso media hora con mi portátil encima de
la tripa mientras veo la tele desde la cama.
Kevin:
¿ Y de libros, qué?
M.G.: Hace años decidí que me iba a cultivar con la literatura
del siglo XX, en orden cronológico. Leí Hermana Carrie de Theodore
Dreiser, Lord Jim de Joseph Conrad, El Amor y Mr. Lewisham de H.G.
Wells... pronto me di cuenta de que si seguía a ese ritmo iba a
avanzar más y más en el siglo XXI.
Kevin:
¿Qué lees ahora?
M.G.: Estoy fascinado con el mundo del cómic alternativo,
una de las mejores manifestaciones contra-culturales que todavía
quedan. Mientras corremos intentando llegar al futuro lo más pronto
posible, aquí tenemos una de las más antiguas formas de arte. Cuando
lees un periódico, los comics son como pequeñas ventanas de expresión
humana abiertas a la realidad, rodeadas de muchas columnas de líneas
grises.
Kevin:
Pareces un poco adicto a la información.
M.G.: Si no estuviera haciendo mis propias historias tendría
un montón de tiempo para ser audiencia.
Kevin:
¿Es ese el secreto?¿Empezar
siendo audiencia?
M.G.: Para la mayor parte de la gente creativa, el apreciar
a otros artistas hace que la cantidad de trabajo que pueden hacer
sea pequeña. A mí no me preocupa que mis hábitos puedan reducir
mi producción. Me encantan las cosas raras.
Kevin:
¿ Qué te ha enseñado el éxito sobre el dinero?
M.G.: He aprendido que es muy frustrante dar dinero a candidatos
políticos que pierden. Tiras tu dinero en algo que en realidad desprecias.
Las solicitudes son interminables.
Durante la Guerra del Golfo querían que Bart apoyara a las tropas.
Una ciudad del Medio Oeste me mandó una proposición para hacer una
estatua de Bart poniendo un pie encima de la cabeza de Saddam. Querían
que diera dinero. Fue como... ¿qué demonios?
Kevin:
En tu carrera, ¿hay algo negativo?
M.G.: Me gustaría haberlo hecho más rápido. Al principio,
la Fox estaba desesperada por la programación. Así que se atrevieron
con algo muy improbable, arriesgado y polémico: ¿Unos dibujos animados
para adultos en la hora de máxima audiencia? Ni siquiera estaban
seguros de poder mantener la atención durante más de media hora.
Kevin:
¿Resulta más dificil arriesgarse ahora?
M.G.: La expectación es mayor. Los Simpsons han sido un éxito
tan espectacular que resulta difícil creer que puedo sorprender
por segunda vez.
Kevin:
¿ Qué será lo siguiente en tu lista de cosas por hacer?
M.G.: Tengo muchas otras ideas. Quiero hacer mi versión animada
de un programa de rock & roll.
Kevin:
Entonces, ¿todavía no te has aprendido la lección?
M.G.: En Futurama te hacen una prueba con tres años y saben
en qué vas a ser bueno en la vida, si deberías ser médico, o chico
de los recados, o lo que sea. Son precisos. Puede que eso no coincida
con tu corazón. Los personajes principales son proscritos que quieren
ir en contra de sus programas, tengan o no éxito. Berder está programado
para doblar vigas pero quiere ser cocinero. Esa es su meta. Pero
no tiene papilas gustativas. Así que es absurdo. Pienso que ese
es el secreto, hacer lo que quieres en vez de lo que te dicen.
*hemos extraviado
la fuente del reportaje