Andrés
Calamaro
Nadie sale vivo de aquí
por Luis Somenzini
Comienzo diciendo que esto no
será una crítica. Las considero aburridas, por eso lo que leerán
a continuación es lo que siento al oír el disco (que puede ser
distinto cada vez que lo haga).
Empieza el tema homónimo. Andrés tenía otra voz (bastante menos
contaminada). Sigue Pero sin sangre. Una viola hermosa.
Bien rocanrol. Me imagino un pogo de la puta madre. Voy a empezar
a oír este tema cada vez que me quiera poner pilas. Para Vietnam.
Una joyita para toquetearse. Viene Pasemos a otro tema.
Melodía bien dulce Marca Calamaro. Aparece Con la soga al cuello.
Casi hablado. Aparece alguien, creo que Vicentico. Este discman
trolo salta y salta. El precio de la fama (¡ay! ¡qué palabra!).
Tema 6: No tengo tiempo: "y las canciones las compongo
caminando, entonces algunos versos se me van". "Soy
un extranjero en mi propia casa, y eso no tiene perdón."
Temazo. Un poquito español. Sigue Señoritas. Me recuerda
esas películas de twist de los 50´. Una historia que posiblemente
le ocurrió. El 8 es Adiós, amigos,
adiós. Para cantarla bastante bebido. Una preciosura. Me dan
ganas de degustarme un birrín. Termino esto y bajo al súper. Viene
Ni hablar. Saxo bien alto. Sin dudas, de los 20 temas que
más me gustan. ¡Qué pedazo de voz! Sigue Una deuda del corazón.
El corazón le jugó una mala pasada. Para cantarla revoleando la
remera. 11: No me vuelvas la espalda por eso. Pasa. 12:
Señal que te he perdido. Muy dulce. La melodía del estribillo
me resulta impresionante. Termina bien arriba. Otra vez saxo (bárbaro).
Me encantó. El penúltimo es otra versión de Vietnam. Cantan
Andrés, Cerati y Fito. Me gustó más que la primera. Termina el
disco con Dos romeos. Batería programada. Hablado. La historia
de dos siameses: Barry y Tom, pero con
tres cabezas.
© perdidos - todos
los derechos reservados